Había una vez un anciano que vivía en un pueblo.
Todos los habitantes del pueblo lo evitaban, pues tenía la fama de estar siempre de mal humor.
Los niños temían pasar por delante de su casa e incluso a los adultos les daba reparo darle los buenos días, con miedo a recibir una mala contestación por su parte.
La gente más mayor del pueblo aseguraba que desde siempre, este anciano había tenido esta actitud e incluso su casa, su césped y hasta sus vecinos más cercanos asimilaban el tono lúgubre de su persona, alimentando aún más su amargura, odio y resentimiento.
Pero un buen día, justo en el que el anciano cumplía nada más y nada menos que 90 años, comenzó a correrse el rumor de que el anciano estaba feliz. De repente su casa ya no se veía oscura, los vecinos volvían a verse contentos y su césped era el más verde y fresco de todo el pueblo.
Todo el mundo rodeó su casa para ver qué había sucedido, a lo que el anciano los recibió con una gran sonrisa y mucha emoción.
Uno de los habitantes del pueblo se atrevió a acercarse y tartamudeando el pregunto que por qué de repente estaba feliz.
La respuesta del anciano fue:
Nada en especial. Me he dado cuenta de que llevo 90 años buscando la felicidad y ha sido inútil. Así que hoy he decidido dejar de buscarla y he amanecido más feliz que en toda mi vida.
Esto es Bcn Camera Club y el tema fotográfico de esta semana es “La Felicidad”.
Espero ver tus fotos en instagram mencionándome en @bcncameraclub.
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Hasta la semana que viene 📷❤️
PD: Te dejo el último vídeo que he subido al canal de Youtube.
