Hace mucho tiempo en Japón, vivía un hombre que tenía dos hijas.
Las muchachas eran muy curiosas e inteligentes y siempre estaban dispuestas a aprender. Continuamente le hacían preguntas a su padre y este trataba siempre de darles respuesta.
A medida que pasaba el tiempo, las niñas hacían preguntas más complejas. Incapaz de responder a todas las preguntas, el padre decidió mandar a sus hijas una temporada con un sabio, que vivía en la colina.
Las niñas le hicieron todo tipo de preguntas. El sabio siempre respondía todas las cuestiones.
Un día una de ellas dijo: tenemos que hacerle una pregunta al sabio que no sepa responder.
- ¿Y qué vamos a preguntarle? dijo la otra
- Tu sígueme, le respondío la primera.
Salieron al campo y atraparon una mariposa azul.
- Mi plan es el siguiente, dijo la primera niña.
- Mañana, mientras tu sostienes la mariposa azul en tus manos, yo le preguntaré al sabio si está viva o muerta. Si dice que está viva, la aplastas. En cambio, si responde que está muerta, la liberas. De esta forma, sea cual sea su respuesta, siempre será incorrecta. Así, podremos decirle al sabio que no ha sabido responder.
Al día siguiente, la muchacha preguntó:
- Maestro ¿sabrías decirnos si la mariposa que tiene mi hermana en la mano está viva o muerta?
El sabio con mucha calma le respondió:
- Depende de ella, la mariposa está en sus manos.
Esto es Bcn Camera Club y el tema fotográfico de esta semana es “Responsabilidad”.
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Hasta la semana que viene.
